Peter Lindbergh vuelve a casa tras dieciocho años de ausencia. En 1992 dijo adiós a la revista Vogue. ¿La razón? Alexander Lieberman y Grace Mirabella no eran (lo que se dice) fans de sus fotografías. Demasiadas supermodelos tumbadas en la playa no cuadraban en el puzzle de la mujer Vogue.
Marchó entonces a la eterna competencia donde la revista Harper's Baazar le acogió con los brazos abiertos.
Ahora la historia cambia, y parece que la oveja negra de la familia Conde Nast es requerida por el dúo Wintour- Coddingtonpara que regrese.
Además, trae con él una nueva visión de la fotografía de moda "la fotografía de moda está perdida. Hay mucho de carnaval en ella. El cabello y maquillaje se ha vuelto loco, y ahora todo el mundo intenta parecer joven. Tienes que verte y vestirte joven. La juventud está muy vista. Todos los anuncios y portadas de revista tienen a mujeres no naturales. Para mí es una pena. Hay demasiado retoque. Un poco de humanidad no vendría mal, especialmente en este sector".
¿Créeis que la vuelta de este viejo lobo será un soplo de aire fresco en Vogue & family? ¿O sus alas se verán cortadas en sus recurridos desnudos? ¿Nos sorprenderá Conde Nast con una nueva perspectiva editorial?
Ojalá sea así...
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